Es emocionante ser anestesiólogo

 

Es emocionante ser anestesiólogo

Treinta y dos años de vocación y desprendimiento por mis pacientes

Mi nombre es Jesús Alberto Vidaurre Castillo, médico anestesiólogo desde hace 32 años. Realicé la residencia por medio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, luego de hacer mi residentado trabajé un año y medio como asistente en el Hospital Edgardo Rebagliati Martins, posteriormente tuve la oportunidad de desarrollar mis actividades asistenciales como anestesiólogo en el Hospital Nacional Cayetano Heredia durante 30 años.

Si pudiera describir la anestesiología en dos palabras sería: desprendimiento y vocación de servicio. Esta especialidad ha sido una parte complementaria en mi vida, vivo la anestesiología en todos sus aspectos, tanto en la parte asistencial, como también en la parte docente. Por eso, como docente en la Universidad Cayetano Heredia, sigo aportando mis conocimientos en la formación de médicos residentes en pregrado y postgrado, siempre dispuesto al llamado de mis alumnos, porque considero que toda pregunta o duda debe ser resuelta para no tener inconvenientes a futuro.

A causa de la pandemia se ha abierto un nuevo campo de actividad para los anestesiólogos. Estamos siendo llamados a salas UCI, atendiendo a los pacientes Covid, ya que somos nosotros los que mejor manejamos la vía aérea; y muestra de ello son todos los alumnos de mi última promoción de residentes, quienes han sido integrados a UCI, ya no están trabajando solo en sala de operaciones, hay un nuevo campo para los anestesiólogos que inician esta honrosa especialidad. A todos ellos les diría que demuestren las diversas capacidades y conocimientos que han adquirido a lo largo de toda su formación como anestesiólogos.